Powered By Blogger

miércoles, 9 de diciembre de 2009

¡Ay, la virgen!

Abriendo una novela de Simenon me encontré esta estampa de la virgen. Ni idea de cómo pudo haber llegado, así que consideré añadirla a algún collage. 




Le di la vuelta y leí el texto que empezaba así. 



Y terminaba así. 



Me sorprendió. ¿Qué era lo que ocurría? ¿Está garantizado el resultado? ¿El Vaticano tiene el copyright de las estampitas? ¿Si una estampa no está "aprobada eclesiásticamente", no funciona? 

Por un momento pensé que era una pena no tener amigos fundamentalistas católicos para que me lo explicaran.

Pero después surgió una duda. Una virgen en un libro de Simenon no deja de ser una curiosidad interesante. Escritor prolífico dónde los hubiere, este buen Georges se tiraba a todo lo que se movía. La leyendas dicen que se cepilló a unas 10.000 mujeres. Hasta su propia esposa le buscaba chicas para que él pudiera colmar sus ansias de obseso sexual. Aquí es dónde me pica la curiosidad, ¿qué tiene que ver una virgen en todo esto? ¿O acaso no era virgen?... ¡Ay! 

1 comentario:

Víctor Botas dijo...

Hay que actualizar de vez en cuando, Nur!