Son de aquellas cosas que no las piensas hasta que te ocurren. Me compré una pulsera y al cabo de uno o dos meses compré una revista muy moderna donde salía ella misma y a toda página. Me hizo ilusión. Tanta que hice un autocollage. Es decir, la pulsera y mi mano. Pero al ser una foto no iba a enseñar mi mano de verdad, me pareció poco congruente. Así que me la dibuje. Por los dos lados.
Aquí de cara...
...y después de cruz.
Aquí de cara...
...y después de cruz.
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